“Los hombres buenos y generosos, no crean victimas; cuidan de las victimas.”, Julian Assange

Caddy Adzuba

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Caddy Adzuba
Caddy Adzuba récipiendaire du Prix Prince des Asturies pour la Concorde.jpg
Caddy Adzuba en 2010
Nombre: Caddy Adzuba
Nacimiento: 5 de abril de 1981
Fallecimiento: ---
Ocupación: abogada, periodista, locutora y activista
Obras: Un altavoz para el silencio (proyecto para la capacitación para mujeres periodistas)[1]

Caddy Adzuba (Bukavu, República Democrática del Congo, 5 de abril de 1981) es una abogada, periodista, locutora y activista por los derechos de la mujer, la infancia y la libertad de prensa en el Congo[2].

Biografía

Caddy Adzuba nace en una familia acomodada de Bukavu (R.D. del Congo), siendo la mayor de ocho hermanos. Durante su infancia, es testigo de la llegada a su país de refugiados procedentes de Ruanda, a quienes, como ella misma indica en una entrevista realizada por Carmen Pérez-Lanzac y publicada en el diario El País el 22 de enero de 2010, ella ayudaba llevándoles comida y ropa; poco después, la situación se invierte y es ella quien ha de huir de su país a causa del estallido de la guerra. En esta huida, se pierde de su familia, continuando en solitario y presenciando situaciones terribles que hacen que, una vez reunida de nuevo la familia e instalados de nuevo en el domicilio, se conciencie de la necesidad de defender los derechos humanos; ella misma lo cuenta: "Estalló la guerra y huimos. Asesinaron a mucha gente. Me perdí de mis padres y continué la marcha sola. Vi a mujeres dar a luz en la calle, a niños enfermos... Cuando logré volver con mi familia el reencuentro fue muy dramático, todos querían tocarme. Esa noche dormí en la cama de mis padres. Habían saqueado la casa y los militares nos robaron el coche, pero al menos teníamos techo. Comenzamos de cero, como todos. Poco después estalló de nuevo la guerra, que nunca ha parado, pero esta vez nos quedamos. Fue horrible, mataban por nada. Y entonces decidí hacer algo por los derechos humanos".

Se forma como abogada en la Universidad Oficial de Bakavy, ejerciendo profesionalmente como tal, además de como periodista, locutora y activista. Es fundadora de la red Un altavoz para el silencio de la Fundación Euroárabe (con sede en Granada, España), cuyo objetivo principal es dar la voz a las propias mujeres, para que sean ellas mismas y no otros quienes, desde dentro de su cultura y su experiencia, narren lo que está pasando en sus países y lo den a conocer a todo el mundo.

Asimismo, junto con otras periodistas congoleñas, crea la Asociación de Mujeres de Medios de Comunicación del Este del Congo, desde donde se denunció la violencia sufrida por las mujeres en su país en guerra ante la Corte Penal Internacional y el Senado de los Estados Unidos. Colabora con la ONU, ejerciendo como periodista y locutora en Radio Okapi, emisora de la MONUC (Misión de las Naciones Unidas en la R. D. del Congo) que emite desde 2002, y desde la que denuncia la violencia sufrida por las niñas y las mujeres de su país (se calcula que desde el inicio de la guerra, en R. D. del Congo hay una media de 40 violaciones diarias, y según un estudio de la Américan Journal of Public Health, entre 2006 y 2007 han sido violadas 400.000 mujeres entre 15 y 49 años[3]), llevando a cabo acciones para promover su reinserción en una sociedad que las rechaza precisamente por el hecho de haber sido violadas; como ella misma apunta en una entrevista realizada el RTVE en 2012, "El cuerpo de la mujer se ha convertido en un campo de batalla, es un arma de destrucción masiva". Igualmente, ha trabajado para la ONG Search for Common Ground (EE. UU.)[4], organización dedicada a resolver los conflictos mediante la cooperación.

El Jefe de la MONUSCO[5], Martin Kobler, recibe a Caddy Adzuba para reconocer sus esfuerzos en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, 27 de noviembre de 2014.

En la defensa de los Derechos Humanos, Caddy Adzuba reclama la aplicación de la resolución 1325 Consejo de Seguridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, referida a la situación de las mujeres y de la infancia en países inmersos en conflicto armado y en postconflicto, condenando las violaciones, mutilaciones y torturas que sufren, y apela a la cooperación de otros países para ayudar a la R.D. del Congo a salir del estado en que se encuentra.

El trabajo de denuncia supone para Caddy Adzuba un peligro en un país en el que muchos periodistas mueren a manos del poder que intenta silenciarlos; por ello está amenazada de muerte desde 2009: en un SMS recibido tras asistir al entierro de un compañero, le dicen: "Habéis adoptado malos hábitos metiéndoos en lo que no os importa (...). Vais a morir para cerraros la boca". En dos ocasiones ha estado a punto de morir, como su hermano y muchos periodistas congoleños, y cuenta con la protección de las Naciones Unidas.

Desde la emisora de Radio Okapi, Caddy Adzuba trabaja en la denuncia de violaciones de derechos humanos; como apuntó en una entrevista para RTVE en 2012, “si no hay reporteros, no existe el conflicto Los periodistas son más importantes que las autoridades estatales, ya que durante un conflicto armado, éstas desaparecen y sólo quedan los medios de comunicación”. Esto ha merecido el que para muchos sea considerada como la Conciencia en África.

El vídeo «Porquoi?» de Ouka Leele

En 2012, Adzuba se encontraba en España para hablar de la situación de las mujeres en su país, coincidiendo con ellas en una comida organizada por El Club de las 25, en la que explicó algunas historias que ella conocía, pidiendo ayuda para difundir esta realidad. La artista Ouka Leele le prometió hacer todo lo posible para dar a conocer al mundo las denuncias de Caddy Adzuba, consiguiendo financiación y produciendo la Obra de vídeo-arte Porquoi?, en la que la periodista pone su voz y su imagen para dar a conocer la situación de las mujeres y niñas de la R. D. del Congo. El relato sacude a los espectadores, pues narra el drama de una mujer que tras ser violada y su marido asesinado en presencia de sus hijos, es utilizada como esclava sexual y obligada, sin ella saberlo, a comerse a sus propios hijos. Se trata de un relato estremecedor, en el que Adzuba no puede evitar emocionarse en varias ocasiones, que impacta y que constituye una eficaz forma de poner el arte al servicio de la denuncia de las violaciones de los derechos humanos.

Reconocimientos

  • Premio Internacional de periodismo Julio Anguita Parrado[6] (2009)
  • Premio de la Asociación de Mujeres Periodistas Club de las 25 (2009)
  • Premio Internacional Libertad de Prensa[7] (Universidad de Málaga, 2010)
  • Premio Mujer del Año del Consejo Regional del Valle de Aosta (Italia, 2012)
  • Premio Príncipe de Asturias de la Concordia (2014).

Vídeos

Artículos relacionados

Referencias

Enlaces externos