“La feminización de la pobreza es un hecho. La falta de oportunidades de empleo acordes con la formación, otro. El acoso y, cuando cabe, la violencia, otro más. Todo ello para un colectivo cuyo único defecto visible parece ser el no haber tenido la previsión de nacer con otro sexo.”, Amelia Valcárcel

Politología

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Politología

La politología o ciencia política tiene por objeto el estudio de las instituciones, órganos de gobierno, sistemas políticos y el funcionamiento de los mismos. Suele considerarse que la politología es parte de las ciencias sociales, aunque participa también de la antropología, la economía, la historia, la psicología y la sociología.

En su origen la politología se ocupó de cómo alcanzar y mantener sistemas políticos ideales. En la actualidad esta disciplina se ocupa de cómo son las formas de gobierno, en lugar de qué deberían ser. El plantenamiento de cual sería la mejor forma de gobierno en la actualidad se considera fuera del ámbito de la politología.

Los temas de estudios que aborda la ciencia política son concretos:

  • Relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial en el ámbito nacional
  • Relaciones internacionales entre Estados en el ámbito internacional
  • Campañas electorales y las elecciones
  • Regulaciones administrativas
  • Impuestos
  • Política comparada
  • ...

Orígenes de la politología

El interés por estudiar la naturaleza del Estado, sus órganos de control y las funciones de los ciudadanos, apareció ya en la antigua Grecia. Platón (427-347 a.C.), en su obra La República presentó de forma utópica cómo debía ser la ciudad perfecta.

Artistóteles (384-322 a.C.) es considerado el verdadero precursor de la ciencia política. Para Aristóteles el hombre es un animal político por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombre a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la polis o ciudad-estado. El buen funcionamiento de una polis no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad. Aristóteles, de acuerdo a la mentalidad clasista griega de la época, no considera el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos.

Según Aristóteles existen tres formas de legítimo gobierno:

  • monarquía (gobierno de uno),
  • aristocracia (gobierno de los mejores) y
  • república (gobierno de muchos).

A esas formas legítimas oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia; Aristóteles entiende por democracia el gobierno de los pobres. No se puede decir cuál de las tres es mejor, pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más conveniente para un determinado Estado. En principio, toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca el bien de los gobernados.

Con posterioridad fueron muchos pensadores los que aportaron a la ciencia política:

  • Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.); De re publica (51), De legibus, Cicerón considera que Roma puede erigirse como modelo de estado perfecto, al darse en ella la mezcla perfecta entre los diferentes tipos de gobierno: la monarquía, la oligarquía y la democracia, De legibus sólo se conserva fragmentario y refleja una interesante discusión sobre la relación entre la religión y la ley.
  • san Agustín de Hipona (354-430);
  • santo Tomás de Aquino (1225-1274);
  • Nicolás Maquiavelo (1469-1527); El príncipe (1532), condiciones que debían caracterizar al estadista
  • Thomas Hobbes (1588-1679); Leviatán (1651), teorías acerca del surgimiento del Estado a partir del contrato social
  • John Locke (1633-1704); Tratados sobre el gobierno civil (1690), defensa de los conceptos de propiedad y monarquía constitucional
  • Jean-Jacques Rousseau (1712-1778); El contrato social (1762), revisión de la cuestión del contrato social argüida por Hobbes y Locke y defendió la preeminencia de la libertad civil y la voluntad popular frente al derecho divino de los soberanos
  • Charles-Louis de Montesquieu (1689-1755); El espíritu de las leyes (1748), principio de la separación de poderes
  • Immanuel Kant (1724-1804); La paz perpetua (1795), concepción de un sistema pacífico de relaciones internacionales basado en la constitución de una federación mundial de repúblicas
  • Johann Gottlieb Fichte (1762-1814); Discursos a la nación alemana (1808), inauguración del discurso del nacionalismo contemporáneo
  • Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831);
  • Alexis de Tocqueville (1805-1859); La democracia en América (1835-1840, reflexión sobre del modelo de democracia estadounidense
  • Karl Marx (1818-1883);
  • Friedrich Engels (1820-1895); Manifiesto Comunista (1848) Marx y Engels abordaron el estudio de la historia a partir del materialismo

La politología contemporánea

A pesar de estos esfuerzos para conseguir una disciplina realista y concreta, basada en la objetividad y en la utilización de herramientas científicas, el tradicional estudio especulativo y normativo siguió siendo la nota común hasta mediados del siglo XX, momento en que el punto de vista científico empezó a dominar los análisis de la ciencia política.

La experiencia de quienes retornaron a la docencia universitaria después de la II Guerra Mundial (1939-1945) tuvo profundas consecuencias sobre la totalidad de la disciplina. El trabajo en los organismos oficiales perfeccionó su capacidad al aplicar los métodos de las ciencias sociales, como las encuestas de opinión, análisis de contenidos, técnicas estadísticas y otras formas de obtener y analizar sistemáticamente datos políticos. Tras conocer de primera mano la realidad de la política, estos profesores volvieron a sus investigaciones y a sus clases deseosos de usar esas herramientas para averiguar quiénes poseen el poder político en la sociedad, cómo lo consiguen y para qué lo utilizan. Este movimiento fue llamado conductismo porque sus defensores sostenían que la medición y la observación objetivas se debían aplicar a todas las conductas humanas tal y como se manifiestan en el mundo real.

Los adversarios del conductismo sostienen que no puede existir una verdadera ciencia política. Objetan, por ejemplo, que cualquier forma de experimentación en que todas las variables de una situación política estén controladas, no es ni ética, ni legal, ni posible con los seres humanos. A esta objeción, los conductistas responden que la pequeña cantidad de conocimiento obtenido de forma sistemática se irá sumando con el tiempo para dar lugar a una extensa serie de teorías que explicarán el comportamiento humano.

Vea también

Referencias

Enlaces externos

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