“La feminización de la pobreza es un hecho. La falta de oportunidades de empleo acordes con la formación, otro. El acoso y, cuando cabe, la violencia, otro más. Todo ello para un colectivo cuyo único defecto visible parece ser el no haber tenido la previsión de nacer con otro sexo.”, Amelia Valcárcel

Conferencias Mundiales sobre la Mujer

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En el último cuarto del siglo XX han tenido lugar cuatro conferencias mundiales sobre la mujer: en México (1975), en Copenhague (1980), en Nairobi (1985), en Beijing (1995). En el siglo XXI, dos conferencias mundiales en Nueva York (2000 y 2005)[1]. Estas conferencias, verdaderos foros mundiales con la participación de miles de ONG y personas, han contribuido a dar actualidad y a introducir la causa de la igualdad entre los géneros en agenda mundial. Los temas aborados en estas conferencias fueron: pobreza, educación, salud, violencia contra la mujer, derechos humanos, conflictos armados, participación de las mujeres, medios de comunicación, medio ambiente y aspectos en relación con la protección y el desarrollo de las mujeres y las niñas.

Los documentos consensuados y resultados de las Conferencias Mundiales sobre la Mujer no son vinculantes, no obstante, dan orientaciones a los Estados y proporcionan objetivos comunes a los movimientos de mujeres en los diferentes países y a las instituciones internacionales, dando un plan de acción eficaz para el avance en igualdad de oportunidades de las mujeres en ámbitos privados y públicos.

I Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, México 1975

La Primera Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer fue convocada en México D.F., en 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer. Un hecho importante de la Conferencia que las propias mujeres desempeñaran un papel fundamental en la orientación de los debates; de las 133 delegaciones de Estados Miembros reunidas, 113 estaban encabezadas por mujeres.

Cinco meses después, a instancias de la Conferencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclama el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985). La Conferencia identificó tres objetivos principales sobre los que avanzar a escala mundial:

  • Igualdad plena de género y la eliminación de la discriminación por motivos de género;
  • Integración y plena participación de las mujeres en el desarrollo;
  • Contribución creciente de las mujeres al fortalecimiento de la paz mundial.

La Conferencia también aprobó un Plan de Acción mundial en el que se presentaban directrices que debían seguir los gobiernos y la comunidad internacional en el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985), cuyo objeto principal fue que la mujer accediera a los puestos de decisión en todos los niveles. El Plan de Acción estableció un mínimo de metas a conseguir en 1980, que se centraban en garantizar el acceso equitativo de la mujer a recursos como la educación, las oportunidades de empleo, la participación política, los servicios de salud, la vivienda, la nutrición y la planificación de la familia.

La I Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer dio también como resultado la creación del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM).

En 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, que entró en vigor en 1981 y dió unas pautas internacionales sobre el concepto de igualdad entre hombres y mujeres.

Las mujeres también organizaron paralelamente un foro de organizaciones no gubernamentales, la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, que atrajo aproximadamente a 4.000 participantes.

II Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, Copenhague 1980

En esta Conferencia se interpretó la igualdad no sólo en el sentido de igualdad jurídica, sino también de igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para la participación de las mujeres en el desarrollo, como beneficiarias y como agentes activos. La Conferencia de Copenhague de 1980 reconoció que estaban comenzando a surgir señales de disparidad entre los derechos garantizados y la capacidad de la mujer para ejercer esos derechos. Para abordar esta inequidad, la Conferencia estableció tres esferas en que era indispensable adoptar medidas concretas y con objetivos precisos para que se alcanzaran las amplias metas de igualdad, desarrollo y paz, determinadas por la Conferencia de México D.F., de 1975:

  • Igualdad de acceso a la educación.
  • Oportunidades de empleo.
  • Servicios adecuados de atención de la salud.

La Conferencia se clausuró con la aprobación de un programa de acción (Programa de Acción de Copenhague) que citaba una variedad de factores para explicar la discrepancia entre los derechos jurídicos y la capacidad de las mujeres para ejercer esos derechos, entre los que destacaban la falta de participación de los hombres en el mejoramiento de la situación de las mujeres, la insuficiente voluntad política, la escasez de mujeres en puestos de decisión,... El programa de acción solicitaba que los gobiernos adoptaran medidas nacionales más enérgicas para salvar la disparidad entre los derechos garantizados a la mujer y la realidad el ejercicio de los mismos.

A principios de la década de 1980, la economía mundial experimentó una recesión generalizada, lo que reafirmó la necesidad de la preparación de la III Conferencia Mundial sobre la mujer.

III Conferencia Internacional sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, Nairobi 1985

La III Conferencia Mundial sobre la Mujer, tiene por objeto el examen y la evaluación de los logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz, en 1985.

Según datos aportados por las Naciones Unidas, las mejoras en la situación jurídica y social de las mujeres y los esfuerzos para reducir la discriminación habían beneficiado únicamente a una pequeña minoría de mujeres.

Los objetivos del Decenio (igualdad, desarrollo y paz) no se habían alcanzado, en consecuencia la Conferencia de Nairobi recibió el mandato de buscar nuevas formas de superar los obstáculos. La Conferencia de Nairobi dió nuevas pautas en el camino hacia la igualdad al declarar que todas las cuestiones estaban relacionadas con la mujer; se reconocó que la igualdad de las mujeres, lejos de ser una cuestión aislada, abarcaba toda la esfera de la actividad humana.

En este sentido se impulsaron una serie de medidas encaminadas a lograr la igualdad en el ámbito nacional, que comprendían una amplia gama de temas (el empleo, la salud, la educación y los servicios sociales, la industria, la ciencia, las comunicaciones y el medio ambiente) junto con directrices para la adopción.

IV Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, Beijing 1995

La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995, abre un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad entre hombre y mujer.

Todo un éxito a nivel organizativo y de resultados, Beijing supuso el traslado del foco de atención de las mujeres al concepto de género, reconociendo que toda la estructura de la sociedad, y todas las relaciones entre los hombres y las mujeres en el interior de esa estructura, tenían que ser reevaluadas.

Antes de Beijing, las Conferencias Mundiales de la Mujer fueron encuentros de las mujeres, o encuentros para tratar las cuestiones que afectaban a las mujeres. Las mujeres eran las únicas destinatarias de las líneas de actuación que se marcaban o de las medidas propuestas.

A partir de Beijing se considera que el cambio de la situación de las mujeres afecta a la sociedad en su conjunto y se considera por primera vez que su tratamiento no puede ser sectorial y tiene que integrarse en el conjunto de políticas.

La Conferencia aprobó por unanimidad la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, que era en esencia un programa para la potenciación del papel de la mujer y representa un momento decisivo para el adelanto de la mujer en el siglo XXI. La Declaración de Beijing fue un reconocimiento y visibilización de la situación y realidad que viven las mujeres, tanto a nivel nacional como internacional.

En la Plataforma de Acción se identificaban doce esferas de especial preocupación que se consideraba que representaban los principales obstáculos al adelanto de la mujer y que exigían la adopción de medidas concretas por parte de los gobiernos y la sociedad civil. Esta Plataforma de Acción determinó, entre otros, que los efectos de los conflictos armados sobre la mujer constituyen un asunto de especial preocupación, que requería la atención de gobiernos y la comunidad internacional, asimismo, se subrayó la necesidad de promover la participación equitativa de la mujer en la solución de los conflictos, en el ámbito de la toma de decisiones.

La Plataforma de Acción identificada doce esferas de especial preocupación, consideradas como las principales dificultades para el adelanto de la mujer y que requieren de la adopción de medidas concretas por parte de los gobiernos y la sociedad civil. Las 12 esferas son las siguientes:

  1. Pobreza;
  2. Educación y Formación;
  3. Salud;
  4. Violencia;
  5. Conflictos Armados;
  6. Economía;
  7. Toma de Decisiones;
  8. Mecanismos Institucionales;
  9. Derechos Humanos;
  10. Medios de Comunicación;
  11. Medio Ambiente;
  12. La Niña.

Al aprobar la Plataforma de Acción de Beijing los gobiernos asumieron el compromiso de incluir de manera efectiva una dimensión de género en todas sus instituciones, políticas, procesos de planificación y de adopción de decisiones. A la Conferencia de Beijing le ha seguido una serie de exámenes quinquenales.

Beijing+5, La Mujer en el año 2000: igualdad entre los géneros, desarrollo y paz en el siglo XXI, Nueva York 2000

En junio de 2000, la Asamblea General convocó, en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, un período extraordinario de sesiones para examinar el progreso alcanzado en los cinco años transcurridos desde la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing. El documento de conclusiones del examen de Beijing+5 mostrába importantes novedades como:

Pese a los avances experimentados (64 países modificaron sus legislación para adaptarla a las exigencias de la Plataforma de Acción), factores como la resistencia sociocultural, las limitaciones financieras y la negativa de dar la suficiente prioridad al avance de las mujeres han impedido que se logren la mayor parte de los objetivos concretos establecidos en la Conferencia de Beijing.

Beijing+10, Nueva York 2005

La revisión y evaluación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (PAM) se desarrolla en Nueva York, en marzo de 2005. El objetivo de este proceso global y regional es revisar la implementación de la Plataforma que fuera firmada por 189 gobiernos en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China, en 1995.

Desde el 28 de febrero al 11 de Marzo del 2005, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (CSW por sus siglas en inglés), conduce la revisión y evaluación de los 10 años de la Plataforma de Acción de Beijing (Beijing +10) y conmemorara el trigésimo aniversario de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer llevada a cabo en Méjico en 1975. Durante el año 2004 se realizaron reuniones regionales con el fin de preparar esta Revisión, cuya información proporcionamos en este informe.

En las etapas previas de Beijing +10 se promovió un proceso de debate sobre su oportunidad. Varias ONG y redes expresaron su preocupación acerca de los riesgos que existirían -ante las circunstancias políticas globales- de perder conquistas logradas en las plataformas de las Conferencias de las Naciones Unidas en los años '90.

En el progreso político observado en las conferencias de los años '90 tuvo un rol importante la capacidad de las redes feministas internacionales de mantener un equilibrio entre posiciones fuertemente conservadoras y la agenda económica de los países desarrollados. La misma dinámica estuvo en juego en los procesos de revisión cinco años después. Tanto Cairo +5 como Beijing +5 dejaron al descubierto los riesgos a los que está enfrentada la agenda contemporánea de las mujeres. Los riesgos siguen presentes hoy, según lo expresaron diversas redes y ONG en el debate que rodeó la realización del proceso preparatorio de revisión de Beijing +10 y en la propia 49ª Sesión de la CSW.

El aporte de comisiones regionales de las Naciones Unidas y otras organizaciones intergubernamentales incluyó reuniones para definir perspectivas regionales en la implementación de acciones e iniciativas. A pesar de sus reservas, las organizaciones de mujeres discutieron cómo participar en las reuniones sub-regionales y al mismo tiempo revisaron la estrategia a llevar a cabo a nivel global en 2005.

Beijing+15, Nueva York 2010

Realizada en el marco de la 54.ª Sesión de la Comisión del Estatus de la Mujer, la Asamblea General de la ONU realizó un seguimiento de los avances por parte de los gobiernos en la aplicación de los objetivos de la Plataforma de Acción de Beijing y creó ONU Mujeres. También proporcionó una oportunidad para la sociedad civil, incluyendo comunidades de base de la mujer, a celebrar un debate y compartir sus experiencias, las lecciones aprendidas y las buenas prácticas. Se hizo énfasis en cómo superar los obstáculos restantes y los nuevos desafíos, incluyendo aquellos referentes a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Beijing+20, Nueva York 2015

Realizada en el 59.º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer del 9 al 20 de marzo de 2015 y en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, con la participación de representantes de los Estados Miembros, entidades de las Naciones Unidas y ONG acreditadas ante el ECOSOC de todas las regiones del mundo.

La Comisión examinó y evaluó los progresos logrados en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (E/2015/27), veinte años después de su adopción en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, así como los resultados finales del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, celebrado en 2000. Asimsmo se aprueba la Declaración política aprobada por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y defiende el papel fundamental de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la agenda para el desarrollo después de 2015.

Beijing+25, Nueva York 2020

La conmemoración del 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, en 2020, es el punto de encuentro para insistir en alcanzar los derechos humanos para todas las mujeres y niñas y se organizará en forma de una movilización mundial[2].

Otras Conferencias que también abordaron el tema de la mujer

  • Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, declaró que los derechos de las mujeres constituían derechos humanos; puesto que los derechos humanos son universales e inseparables. También quedó desplazado el razonamiento que propugna que los derechos humanos no se aplicaban a esferas privadas como la vida en familia o las prácticas tradicionales o religiosas.
  • Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994, propuso eliminar todas las formas discriminatorias contra las mujeres ayudándolas a establecer y realizar sus derechos, incluidos los relativos a la salud reproductiva y sexual y a eliminar la violencia contra las mujeres. Además recomienda a los países hacer mayores esfuerzos por promulgar, reglamentar y hacer cumplir las leyes nacionales y las convenciones internacionales en que sean partes, tales como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y que protegen a la mujer de todo tipo de discriminación económica y del acoso sexual y por aplicar plenamente la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer y la Declaración y el Programa de Acción de Viena aprobados en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993.
  • Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, de Belém do Pará - Brasil (1994) se refirió expresamente al acoso sexual como una forma de violencia en contra de las mujeres en el ámbito laboral.
  • Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos, Hábitat II, Estambul (1996), incidió sobre el hecho de que las mujeres tienen a menudo un acceso desigual a recursos como propiedad, crédito, capacitación y tecnología, situación que dificulta aún más sus condiciones de vida y las de sus hijos. Para cambiar esta situación, los gobiernos se comprometieron a integrar una perspectiva de género en la legislación, las políticas y los programas relativos a los asentamientos humanos y a fortalecer políticas y prácticas que fomenten la participación plena de las mujeres en términos de igualdad en la planificación y las decisiones relativas a los asentamientos humanos.
  • Debate sobre Mujer, Paz y Seguridad celebrado en octubre de 2000 en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, primera ocasión histórica de las Naciones Unidas en que el Consejo de Seguridad dedica una sesión entera a debatir las experiencias vividas por las mujeres en situaciones de conflicto y con posterioridad al mismo y su contribución a la paz.
  • Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban (2001) se instó a los Estados a encarar la discriminación basada tanto en la raza como en el género al planificar e implementar políticas y a revisar los mecanismos nacionales legales pertinentes con los que las mujeres pueden obtener protección y soluciones contra la discriminación basada en la raza y el género.
  • El Consejo de Mujeres Líderes del Mundo, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y el Ministerio del Ambiente de Finlandia convocó en marzo de 2002 una reunión bajo el lema Mujeres Líderes y Ambiente, para establecer una posición común a presentar en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, septiembre de 2002). En el tema globalización y ambiente, se vio el papel de la mujer como productora y como consumidora y su derecho a la seguridad alimentaria y al acceso equitativo a los beneficios derivados de los recursos genéticos. En el tema pobreza, equidad y ambiente, se analizó la importancia de empoderar a las mujeres pobres para que participen en el proceso de desarrollo humano sostenible, la necesidad de establecer políticas de equidad de género en el sector ambiental y la obligación de asegurar los derechos de las mujeres al uso sostenible de los recursos naturales.
  • Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, Monterrey (2002), donde se logra que los Estados asuman de manera efectiva el compromiso de incorporar la perspectiva de género en el diseño e implementación de los presupuestos públicos.
  • Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte, celebrada en Canadá en 2002, enfatiza las limitaciones sociales, económicas y políticas que existen sobre los desafíos plantados a las mujeres deportistas. Se constituye en plataforma de denuncia sobre la invisibilidad y la persistencia de la discriminación que sufren las mujeres y las niñas en los deportes.
  • II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid en el año 2000, aprueba un Plan de Acción que proclama la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la legislación y los programas y políticas a desarrollar.
  • Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizadas por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Los países miembros abordaron dos temas fundamentales para la igualdad de género: la contribución de las mujeres a la economía y la protección social, especialmente en relación con el trabajo no remunerado; y la participación política y la paridad de género en los procesos de adopción de decisiones a todos lo niveles. La Conferencia adoptó el Consenso de Quito como base y agenda para impulsar la igualdad de género en toda la región. Esta Conferencia Regional es convocada con carácter permanente y regular, con una frecuencia no superior a tres años.

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Referencias

Enlaces externos