“Los hombres buenos y generosos, no crean victimas; cuidan de las victimas.”, Julian Assange
Esperanto
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Esperanto
El esperanto es una lengua auxiliar artificial creada por el oftalmólogo polaco de origen judío Lázaro Zamenhof en 1887, con la esperanza de que se convirtiera en la lengua auxiliar internacional. Es la lengua artificial más hablada del mundo.
El vocabulario del esperanto se extrajo de muchos idiomas, aunque adaptado a las reglas del propio idioma (terminaciones, pronunciación). Gran parte del vocabulario del esperanto procede del latín, directamente o por medio de las lenguas romances (principalmente el francés, el italiano y el español), y en menor medida de lenguas germánicas (alemán e inglés), eslavas (ruso y polaco), y del antiguo griego y en ocasiones el hebreo. Algunas palabras nuevas tienen su origen en idiomas no indoeuropeos, como el japonés, por ser consideradas internacionales.
El esperanto se escribe con una versión modificada del alfabeto latino, que incluye 6 letras con un diacrítico: ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ y ŭ; es decir, c, g, h, j, s circunflejo, y u breve. El alfabeto no incluye las letras q, w, x, y, que sólo aparecen en nombres propios extranjeros no asimilados.
Se estima que en la actualidad el esperanto cuenta con entre 100.000 y 2.000.000 de hablantes. La gran horquilla se debe sobre todo a las diferentes formas de valorar el conocimiento de una lengua aprendida básicamente como segundo idioma. Se estima que existen entre 1.000 y 10.000 hablantes nativos de esperanto, que habrían aprendido esta lengua en el entorno familiar. Ningún país ha adoptado el esperanto como lengua oficial.
El esperanto y los derechos humanos
El término lengua internacional se utiliza para designar también a las lenguas artificiales o planificadas, como el esperanto, lenguas creadas específicamente para facilitar los lazos y la comprensión internacional. También se llaman lenguas auxiliares internacionales. Los hablantes de tales lenguas no reciben el apoyo de ninguna nación o estado, lo que contrasta fuertemente con la situación de las lenguas transplantadas a todo el mundo, como el inglés, el francés y el español.
La Sociedad de Naciones tuvo que reflexionar sobre la lengua en que se celebraría sus sesiones. En la Liga de las Naciones se consideró seriamente la posibilidad de estimular el aprendizaje del esperanto e incluso la de usarlo como lengua de trabajo, pero Francia se le opuso tenazmente. De 1920 a 1924 se discutió sobre el esperanto en numerosas ocasiones y se escucharon reportes sobre el aprendizaje del idioma en 26 países. En 1920, delegados de once estados (Bélgica, Brasil, Chile, China, Colombia, Checoslovaquia, Haití, India, Italia, Persia, Sudáfrica) recomendaran que se enseñara el esperanto en las escuelas como fácil recurso de comprensión internacional (Lins, 1988, p. 49-61). Los estados más pequeños, entre ellos algunos asiáticos, apoyaron la idea de una lengua neutral internacional. Pero se impusieron las fuerzas que apoyaban las lenguas de los grandes estados miembros. Quizá el orden mundial existente se hubiera visto amenazado no sólo por una lengua neutral, sino también por las utópicas creencias pacifistas de algunos esperantistas11. La opción del esperanto fue rechazada y esa actitud dura hasta la fecha, salvo el reconocimiento verbal y las relaciones consultivas con Naciones Unidas, Unesco y el Pen Club.
La Asociación Universal de Esperanto trata de influir en la política lingüística de los organismos internacionales. El manifiesto aprobado en su Congreso Universal, celebrado en Praga en 1996, expresa el conjunto de principios a los que aspira el movimiento en favor de la lengua internacional esperanto. Estos principios son la democracia, la educación sin fronteras (en relación con todas las etnias), una educación eficaz (mejor aprendizaje de lenguas extranjeras), plurlingüismo, derechos lingüísticos, diversidad lingüística y emancipación del hombre.
El desigual reparto del poder entre las lenguas facilita la constante inseguridad lingüística o la opresión lingüística. En la comunidad esperantista, miembros de lenguas grandes y pequeñas, oficiales y no oficiales, se reúnen en un terreno neutral, gracias a la voluntad recíproca de ceder. La gran ventaja del esperanto como lengua internacional es que no representa los intereses de ninguna potencia, ni impone su cultura a las demás.
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Referencias
Enlaces externos
- Lenguas internacionales y derechos humanos internacionales
- Naciones Unidas: Declaración Universal de Derechos Humanos (en esparanto)
- Wikipedia: Esperanto
- Naciones Unidas