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Planes nacionales de derechos humanos

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Planes nacionales de derechos humanos

Los Planes nacionales de Derechos Humanos fueron propuestos en 1993 en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena (14 a 25 de junio de 1993), con el fin de determinar las medidas necesarias para que cada Estado pueda promocionar y proteger los derechos humanos, independientemente de los gobiernos de turno.

Un Plan nacional de derechos humanos no es una garantía jurídica sino que es una garantía política que voluntariamente adopta un determinado país para dirigir u orientar las políticas públicas hacia los derechos humanos. Los objetivos de un Plan nacional de derechos humanos pueden ser compatibles con muchos de los objetivos centrales de los gobiernos o de sus agencias. Un Plan nacional de derechos humanos explicita que la protección y desarrollo de los derechos humanos no solo se logra mediante las garantía jurídicas, sino que también se exige un esfuerzo continuado en áreas como la educación, la formación del funcionariado público y el fortalecimiento institucional.

La promoción y respeto de los derechos humanos en un determinado país debe ser un objetivo de cualquier política pública, y articularmente de las políticas públicas de desarrollo. Asegurando que los derechos humanos estén vinculados a las políticas nacionales de desarrollo.

El parrafo 71 (Parte II) de la Declaración y Programa de Acción de Viena (1993) establece el compromiso:

La Conferencia Mundial de Derechos Humanos recomienda que cada Estado considere la posibilidad de elaborar un plan de acción nacional en el que se determinen las medidas necesarias para que ese Estado mejore la promoción y protección de los derechos humanos.

En el párrafo 69 de la Declaración y Programa de Acción de Viena se recomienda que se establezca un programa global en el marco de las Naciones Unidas a fin de ayudar a los Estados en la tarea de elaborar y reforzar estructuras nacionales adecuadas que tengan un impacto directo en la observancia general de los derechos humanos y el imperio de la ley. Ese programa, que ha de ser coordinado por el Centro de Derechos Humanos, deberá proporcionar, previa solicitud del gobierno interesado, la asistencia técnica y financiera necesaria para proyectos nacionales sobre reforma de las instituciones penales y correccionales, formación y capacitación de abogados, jueces y personal de las fuerzas de seguridad en materia de derechos humanos y cualquier otra esfera de actividad que guarde relación con el imperio de la ley. Como parte de ese programa también se deberá facilitar a los Estados la asistencia necesaria para la ejecución de planes de acción destinados a promover y proteger los derechos humanos.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos encargó a Bill Barker, de Human Rights International Pty Ltd., la preparación de un Manual para Planes Nacionales de Acción de Derechos Humanos, que fue publicado en 2002.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos organizó, con el fin de promover la adopción de Planes Nacionales de Derechos Humanos en América Latina y el Caribe, una reunión en Quito (Ecuador) del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 1999.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos elaboró también un Compendio de Planes Nacionales de acción en materia de derechos humanos para la promoción y protección de los derechos humanos en 1999, para destacar los propósitos, principios, componentes esenciales y procesos clave para la formulación de planes nacionales de acción en materia de derechos humanos.

Según el mismo Compendio, el objetivo central de los planes nacionales de acción en materia de derechos humanos es reforzar los medios nacionales para promover y proteger los derechos humanos y garantizar la conformidad de la legislación nacional con las normas internacionales. El Compendio señala también que los planes nacionales de acción para la educación en la esfera de los derechos humanos deberían formar parte integrante del plan nacional general de acción para la promoción y la protección de los derechos humanos y ser complementarios de otros planes nacionales de acción pertinentes ya definidos (por ejemplo los relacionados con las mujeres, los niños, las minorías, las poblaciones indígenas, etc.).

Principios generales de los Planes nacionales de derechos humanos

El Plan nacional de derechos humanos de cada país debe partir de sus propias circunstacias políticas, culturales, históricas y legales. La instauración de un plan de este tipo debe ser realista, se deberá hacer teniendo en cuenta la realidad y las circunstancias locales.

Aunque el proceso de desarrollo de un Plan nacional de derechos humanos y el contenido puede depender mucho de cada país, es posible señalar algunos principios generales:

  • Deben establecer un compromiso con los estándares universales de derechos humanos
  • Deben considerar la interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos
  • Deben establecer la situación de partida del plan (evaluación de la situación inicial)
  • Deben indicar los problemas a resolver (objetivos)
  • Debe indicar las acciones a ejecutar y su mecanismos de evaluación y mediante qué indicadores
  • Debe indicar quien es el responsable de ejecutar cada acción
  • Debe establecer unos plazos de realización
  • Debe proveer mecanismos efectivos para el seguimiento y la evaluación de la acción
  • El plan debe ser un documento público
  • Debe establecerse como un proceso continuo, que será desarrollado por otro plan una vez agotado el periodo asignado al presente
  • El plan debe establecerse como un compromiso nacional, más allá de la política partidista
  • El plan tendrá una dimensión internacional, puesto que puede servir de modelo a otros países

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Referencias

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