“La erradicación de la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente. Mientras persista la pobreza, no habrá verdadera libertad.”, Nelson Mandela (1918-2013)

Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Teherán

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Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Teherán

Las Naciones Unidas se han fijado como objetivo primordial en materia de derechos humanos que la humanidad goce de la máxima libertad y dignidad. Para que pueda alcanzarse este objetivo, es preciso que las leyes de todos los países reconozcan a cada ciudadano, sea cual fuere su raza, idioma, religión o credo político, la libertad de expresión, de información, de conciencia y de religión, así como el derecho a participar plenamente en la vida política, económica, social y cultural de su país;
Párrafo 5 de la Proclamación de Teherán, 1968

La primera Conferencia Mundial de Derechos Humanos o Conferencia Internacional de Derechos Humanos (en inglés: International Conference on Human Rights) se celebró en Teherán del 22 de abril al 13 de mayo de 1968, justamente a los veinte años de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, para examinar los progresos logrados en la aplicación de ésta y preparar un programa de futuro. Participaron 84 Estados y representantes u observadores de diversos órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas, organizaciones regionales intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales.

La Conferencia proclamó la indivisibilidad de los derechos humanos, afirmando que sin la realización plena de los derechos civiles y políticos sería imposilble el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales. La Conferencia también consagró la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 como un documento obligatorio para los estados miembros de la comunidad internacional.

La Conferencia fue el principal evento del Año Internacional de los Derechos Humanos y aprobó la Proclamación de Teherán, donde se exhortó a todos los pueblos y gobiernos a fomentar y alentar el respeto a los principios contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y redoblar sus esfuerzos para ofrecer a todos los seres humanos una vida libre y digna que les permita alcanzar un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual. Asimismo, la Conferencia adoptó 29 resoluciones sobre discriminación racial, la libre determinación, derechos humanos en los conflictos armados,... La Proclamación y las resoluciones se incorporaron al Acta Final de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos.

Objetivos de la Conferencia

  • Examinar los avances logrados en materia de derechos humanos desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
  • Evaluar la eficacia de las técnicas y métodos utilizados por las Naciones Unidas en materia de derechos humanos.
  • Idear y preparar un programa de medidas a adoptar una vez concluido el Año Internacional de los Derechos Humanos
    Plenario de la Conferencia

La Conferencia Internacional exhortó a todos los pueblos y gobiernos a consagrarse a los principios contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y redoblar sus esfuerzos para ofrecer a todos los seres humanos una vida libre y digna que les permita alcanzar un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual.

Antecedentes y preparación de la Conferencia Mundial

En septiembre de 1963, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año 1968 como Año Internacional de los Derechos Humanos (resolución 1961 (XVIII)), pidiendo al Consejo Económico y Social a que invitara a la Comisión de Derechos Humanos a que preparara un programa de medidas y actividades, así como una lista de objetivos para el Año.

El 10 de marzo de 1965, durante el debate celebrado por la Comisión de Derechos Humanos, se propuso celebrar una Conferencia Internacional sobre derechos humanos en 1968 y establecer un Comité del Año Internacional de los Derechos Humanos integrado por Estados Miembros.

El 20 de diciembre de 1965, la Asamblea General aprobó la resolución 2081 (XX) en la que decidía la celebración de una Conferencia Internacional de Derechos Humanos, para fomentar los principios enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, desarrollar y garantizar los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, y para poner fin a toda discriminación y denegación de los derechos humanos y las libertades fundamentales por motivo de raza, color, sexo, idioma o religión, y en especial para la supresión de la política de apartheid.

La Proclamación de Teherán

Vea el artículo principalProclamación de Teherán

La Proclamación de Teherán, documento que recoge todas las conclusiones y resultados de la Conferencia y adoptado por unanimidad, hace un llamamiento a que la comunidad internacional cumpla con su solemne obligación de fomentar y alentar el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales para todos sin distinción alguna.

También establece que la Declaración Universal de Derechos Humanos enuncia una concepción común a todos los pueblos de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana y la declara obligatoria para la comunidad internacional. Esta afirmación da un valor añadido a la Declaración, puesto que anteriormente, como resolución adoptada por la Asamblea General, no tenía un carácter obligatorio. (Vea La génesis de la Declaración Universal de Derechos Humanos)

Pasados veinte años desde la aprobación de la Declaración Universal, ya habían sido aprobados el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Declaración sobre la Concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial, junto con otros órganos creados en virtud de tratados y normas internacionales, la Proclamación realiza un llamamiento al deber de las naciones para aceptar estos instrumentos.

La Proclamación llama la atención sobre la indivisibilidad e interdependencia entre los derechos civiles y políticos y los económicos, sociales y culturales (párrafo 13):

Como los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles, la realización de los derechos civiles y políticos sin el goce de los derechos económicos, sociales y culturales resulta imposible. La consecución de un progreso duradero en la aplicación de los derechos humanos depende de unas buenas y eficaces políticas nacionales e internacionales de desarrollo económico y social;

Es de señalar que en la Conferencia, y como queda recogido en la Proclamación, se reconoce el derecho humano a determinar el número de hijos y el intervalo entre sus nacimientos por primera vez (párrafo 16): Los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos.

Se denuncia que la mujer siga siendo objeto de discriminación en distintas regiones del mundo, hecho que contrario a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y llama a la aplicación de la Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer.

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Referencias

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